jueves, 1 de noviembre de 2007

De las mil oportunidades a las mil realidades

Dicen que la curiosidad mato al gato, ser curioso tiene sus ventajas, más aun si estas ganas por descubrir y saber te llevan a valorar lo grande que es un país, un país con de todas las sangres como dijo J.C. Mariategui, en donde lo europeo se convino con lo autóctono y este a su vez con pinceladas asiáticas y africanas, es justamente ese jugo de razas lo que hace más nutritiva la etnia de nuestra raza multicultural.
Mi curiosidad me llevo a recorrer lentamente cuatro cuadras del jirón Callao, calle estrecha llena de casonas moldeadas en mesurados quioscos, talleres, imprentas, negocios que manifiestan el potencial de la zona, son cuatro las cuadras que se camina desde la Av. Tacna con el jirón Callao para llegar a la plaza mayor.
Una cuadra antes de llegar a la Plaza Mayor existe, perdón existió, un icono de los dulces en Lima, “La casa de los dulces”. Las Sras. Teresa y Rosa, dos hermanas dedicadas a una pasión que no solo endulza el paladar sino tambien el alma, con mucho sabor y colorido. Pude conversar con Ana, la vecina del 167 (La casa de los dulces estaba en el Jr. Callao 169) quien extrañada me miro y sonriente me respondió, "Uyyy…hace tiempo que esta cerrado el local, desde que Rosa murió hace más de 8 meses, su hermana no quiso seguir con el negocio y cerro". Lamentable, me quede con las ganas…
Extremadamente buena, extremadamente apetitoso, es como si tu mente recreara la figura, pero sabes que solo es una figura y te quedas con el hueco que creo tu mente en tu estomago, es impresionante lo que un simple “olorcito” puede hacer con uno…eran las 7pm y sentado deguste los aromas de un jugoso anticucho, un monumental sanguche de pavo y un pollito a la braza que no se quería quedar atrás se unió tambien a la combinación de olores, quise resistirme y entre al museo, fotografías del terremoto en el sur disminuyeron el apetito creado por los olores, se despertó otro sentido, la vista, observe a mis hermanos sonriendo ante la desgracia, recordé una frase leída en Etiqueta Negra (cherry para la revista) dicha por un historiador Colombiano Orlando Rey: “Todo depende de la mansedumbre del corazón". Para Orlando la mayoría de la gente pobre casi tiene el cielo asegurado solo por que en medio de su escasez es capaza de encontrar motivos para sonreír…un millonario tiene un Ferrari y maldice; el pobre tiene su burrita y festeja. El rico se niega a ese placer, el pobre lo celebra”…
Salí motivado y con hambre!, triste pero contento también, recordé a Ana mirándome extraña y su respuesta sonriente, pensé en que aunque tengamos problemas nunca debemos perder el buen animo.
Decidido a satisfacer mi necesidad de gula, camine hasta El Parque de la Muralla, no sin antes clavar la mirada en los balcones iluminados y las paredes que lucian un nuevo color, es así como vi una inscripción dada por el gobierno de Ricardo Belmont (el popular hermanon ex alcalde de Lima) en 1991 donde la ciudad de Lima es declara por la UNESCO patrimonio cultural de la Humanidad. Como para pensarlo y sentirce nuevamente orgulloso de ser Peruano.
Ya en el Parque, llegue a ver una ruma de carritos iluminados de sabor, color y calor, personas rodeando cada carrito como niños esperando su helado,picarones, anticuchos, pancitas, rachis, tamalitos criollos, butifarras y lo más grande, el sorprendente y popular Ranfañote y camotillo, aunque el nombre suene a superhéroes populares o algo como Starsky y Hutch lorcho no es así, son uno de los dulces más antiguos de nuestra ciudad de Lima, allí encontré a otro curios tomando fotos y preguntando, pensé que yo era el único…, pero existen más…lastima que era del país de los tacos y chiles, donde lo picante es su carta de presentación al mundo, Juan, se atraco con papas rellenas, mazmorra y arroz sambito, me pregunto si era de por acá, en segundos conteste: Claro pe…soy de acá compare y en Perú me quedo (con tonadita de canción Colombiana..En Barranquilla me quedo) la verdad es que así como Juan, habían muchos hermanos turistas que degustaban de guarniciones, piqueos, tragos, viendo y apreciando lo hermoso que son esos pequeños pero grandes detalles de nuestro país.
Una ves más sentí el compromiso con mi patria, una ves más me cuestione sobre lo que hago y como influye para el bien colectivo, una vez más reivindiqué mi sueño utópico (dicen que las utopías marcan el camino, señalan el rumbo, el horizonte a seguir) de construir el Perú del que mi generación y los que más queremos puedan vivir y crecer sintiéndose orgullosos. Un país que ya no será, el país de las mil oportunidades, sino de las mil realidades. Nuestro amado Perú.

Ayax Torres Página 2 01/11/2007

1 comentario:

karla dijo...

q mostro q sta... y es verdad tenemos tanto en nuestro peru pero vemos poco... una leccion ver 1ro lo tuyo para q puedas abrir los ojos y hacer realidad y q no qde en simples palabras.
MIS FELICITACIONES CHICOCO TA RE LINDO!