¿Imagínense al Perú hace tres mil años?, probablemente pensemos en hombres semidesnudos u hombres greñudos y viviendo de lugar en lugar, recolectando a su paso lo que la naturaleza les provee... o quizá tengamos la emprendedora idea de que el hombre peruano de hace tres mil años inicio la construcción de una nueva forma de vida, agrupándose, conviviendo y aplicando técnicas provenientes de la búsqueda continua de una vida más cómoda.
Lo cierto es que según investigaciones el peruano de hace más de tres mil años vivió en las zonas de la costa, sierra y selva en civilización. Como lo demuestran las culturas precolombinas de Chavín, Paracas, Nazca y Mochica, en donde el hombre se agrupo y formo familia, cultivó la tierra e ideo técnicas para regar lo que había sembrado, construyó viviendas y aprendió sobre las estaciones del año y la relación con el clima. Esto, es posiblemente el punto de partida de una revolución social.
La agricultura y el desarrollo de esta, permitió crear la necesidad de "nuevos tipos de personas", individuos que se encargasen del estudio del sol, la luna, las estaciones, la distribución del agua y su aprovechamiento en el agro. La técnica agraria había empezado ya hace más de tres mil años.
Estos nuevos individuos estudiaron y se especializaron, incrementando así su prestigio y poder social. Catalogar a estos investigadores como tales no fue su connotación en esa época, pues ellos apelaron a lo “sobrenatural”, el poder de controlar las lluvias y el curso del agua, aquel poder provenía de los dioses por lo que estos eran sus mensajeros y representantes, eran “sacerdotes de los dioses”.
Estos sacerdotes se agruparon y posiblemente idearon un estilo de vida no tan convencional como las personas del campo, pues el conocimiento tiene un precio, el mismo que hace tres mil años, fue pagado por los propios campesinos mediante excedentes de cosechas. Así, estos señores, “mensajeros y representantes de los dioses” bajo el cliche de lo que ahora conocemos como religión en todas sus dimensiones y creencias, empezaron un régimen teocrático, donde los supremos gobernantes eran los dioses y sus voceros eran ellos.
Desde ya se puede mencionar que la imposición de este gobierno a través de los “representantes”, no aceptada sin antes haber puesto resistencia y es aquí, en donde la explotación del hombre por el hombre se vio naciente, así como el parto de la sociedad de clases. Fue un inicio también del estado, básicamente por el sometimiento de las comunidades campesinas por los habitantes de los centros ceremoniales emergentes.
Lo cierto es que según investigaciones el peruano de hace más de tres mil años vivió en las zonas de la costa, sierra y selva en civilización. Como lo demuestran las culturas precolombinas de Chavín, Paracas, Nazca y Mochica, en donde el hombre se agrupo y formo familia, cultivó la tierra e ideo técnicas para regar lo que había sembrado, construyó viviendas y aprendió sobre las estaciones del año y la relación con el clima. Esto, es posiblemente el punto de partida de una revolución social.
La agricultura y el desarrollo de esta, permitió crear la necesidad de "nuevos tipos de personas", individuos que se encargasen del estudio del sol, la luna, las estaciones, la distribución del agua y su aprovechamiento en el agro. La técnica agraria había empezado ya hace más de tres mil años.
Estos nuevos individuos estudiaron y se especializaron, incrementando así su prestigio y poder social. Catalogar a estos investigadores como tales no fue su connotación en esa época, pues ellos apelaron a lo “sobrenatural”, el poder de controlar las lluvias y el curso del agua, aquel poder provenía de los dioses por lo que estos eran sus mensajeros y representantes, eran “sacerdotes de los dioses”.
Estos sacerdotes se agruparon y posiblemente idearon un estilo de vida no tan convencional como las personas del campo, pues el conocimiento tiene un precio, el mismo que hace tres mil años, fue pagado por los propios campesinos mediante excedentes de cosechas. Así, estos señores, “mensajeros y representantes de los dioses” bajo el cliche de lo que ahora conocemos como religión en todas sus dimensiones y creencias, empezaron un régimen teocrático, donde los supremos gobernantes eran los dioses y sus voceros eran ellos.
Desde ya se puede mencionar que la imposición de este gobierno a través de los “representantes”, no aceptada sin antes haber puesto resistencia y es aquí, en donde la explotación del hombre por el hombre se vio naciente, así como el parto de la sociedad de clases. Fue un inicio también del estado, básicamente por el sometimiento de las comunidades campesinas por los habitantes de los centros ceremoniales emergentes.
Breve análisis del libro “Los Orígenes de la Civilización en el Perú”, Luis Lumbreras.1983.
